EN RESUMEN
- La guerra arancelaria iniciada por Trump parece no tener un final aún.
- El último ataque lo realizó la Unión Europea contra productos estadounidenses, pero Trump ya anunció que habrá respuesta.
- La bolsa ha sentido la tensión de esta situación, que se ha evidenciado con una fuerte caída.
EL DOW JONES ACUSA LA TENSIÓN
LA NOTICIA
A mediados de junio, el Promedio Industrial Dow Jones, uno de los índices bursátiles más importantes de EEUU, cedió a las presiones de la guerra arancelaria, al protagonizar una caída de –4,4% hasta el pasado jueves 28.
ESPERA, RETROCEDE
El 1 de marzo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una sorpresiva medida proteccionista con la que inició lo que hoy diversos expertos califican como una guerra comercial, en la que se ven involucradas las grandes economías del mundo,
EXPLÍCATE
Trump llevó a cabo el primer ataque con la imposición de aranceles a la importación de acero y aluminio. El principal objetivo de su ofensiva fue China, a la que acusó de abusar de la industria siderúrgica nacional. Pero no logró evitar los daños colaterales, ya que más de 100 países exportan estos materiales a EEUU, incluyendo aliados de toda la vida, como la Unión Europea y Canadá.
¿QUÉ MÁS PASÓ?
Tras los reclamos de sus aliados y las amenazas de respuestas contundentes, la Casa Blanca anunció la exclusión de sus principales socios comerciales del pago de los aranceles sobre el acero y aluminio, pero solo por 90 días. Sin embargo, al cumplirse el lapso, decidió restablecer la medida para todos.
EN SÍNTESIS
De continuar e intensificarse esta situación, es probable que sigamos viendo velas rojas en las gráficas de los índices de referencia del mercado.
LA PRÓXIMA VICTIMA PODRÍA SER EL SECTOR AUTOMOTRIZ
LA NOTICIA
El pasado miércoles 20 de junio, la Unión Europea anunció su respuesta a la negativa de la Casa Blanca a prolongar la excepción que le había concedido al bloque en lo referente al pago de los nuevos aranceles.
DAME CONTEXTO
La respuesta de la UE fue la imposición de aranceles a diversos productos estadounidenses (incluyendo materiales siderúrgicos), por un valor de $3.300M, con el objetivo de reequilibrar el comercio bilateral.
¿ALGO MÁS?
La lista de productos fue seleccionada cuidadosamente para afectar a estados gobernados por los republicanos, enviando así un fuerte mensaje a Trump y al Congreso, por lo que el impacto no será el mismo para todas las regiones.
¿OTRA NOVEDAD?
Trump no se quedará de brazos cruzados. Si la UE no desiste de su medida, impondrá aranceles de 20% a todas las importaciones de vehículos que provengan del bloque comercial. De ejecutarse, el sector automotriz del grupo europeo se vería afectado fuertemente, con Italia entre las peores víctimas del ataque, ya que EEUU es su primer socio comercial en relación a la exportación de automóviles.
¿QUÉ ESTÁ DICIENDO LA GENTE?
La Alianza de Fabricantes de Automóviles, un grupo que representa a grandes de la industria como General Motors, Toyota Motor y Volkswagen AG, presentará un comunicado por escrito para advertirle a Trump que la colocación de los aranceles a la EU le costaría a los consumidores estadounidenses cerca de $45.000M anuales o $5.800 por vehículo, según las ventas de autos en 2017.
¿ALGÚN ACONTECIMIENTO ADICIONAL?
Canadá también reaccionó al ataque, y no es para menos, pues es el mayor socio de su nación vecina en cuanto a acero se refiere, por lo que, además, es la mayor víctima. Su defensiva son aranceles por $12.500M a productos estadounidense a partir del 1 de julio.
EN FIN
Si esta medida termina por convertirse en realidad, los fabricantes de automóviles tendrían que absorber el costo para proteger las ventas, lo que perjudicaría su rentabilidad, o aumentar los precios para pasar los costos adicionales de los aranceles a los clientes (que sería lo más probable).
CONCLUSIÓN: SEGUIREMOS ATENTOS
Si continúa la guerra arancelaria, los efectos no solo se evidenciarán en la bolsa de valores. En algún punto las empresas deberán pasar sus efectos a los consumidores para lidiar con el aumento en las tarifas que deberán pagar para la importación y exportación de los productos. Pero aún no estamos cerca de esto, queda esperar para ver cómo evoluciona la situación.
