¿ALGO MÁS?
Eric Robertsen, de
Standard Chartered, lo explica así: "Los mercados de divisas recompensaron a los bancos centrales latinoamericanos en 2022 y en el primer semestre de 2023 por haber luchado pronto contra la inflación. Si la inflación sigue cayendo y los bancos centrales latinoamericanos son los primeros en relajar su política para apoyar el crecimiento, ¿seguirán recompensándoles los mercados de divisas? Creemos que sí, y pensamos que esta será una cuestión clave para otras divisas en la segunda mitad de 2023".
¿OTRO DATO RELEVANTE?
Se espera que
Chile y
Brasil sean los primeros en hacerlo, y que
Colombia, México y
Perú sigan su ejemplo a finales de año. Por una vez, América Latina se está beneficiando de encontrarse con un problema de inflación antes que otros, y de verse obligada a tomar medidas dolorosas para hacerle frente. Sin embargo, hay algo más que la necesidad de que los bancos centrales de los países con experiencia reciente de hiperinflación sean mucho más proactivos que la Reserva Federal o el Banco Central Europeo.
¿QUÉ MÁS PASÓ?
La región sigue siendo volátil, y gran parte de ella está expuesta negativamente a
China. Una caída de las importaciones chinas sería una pésima noticia para países como
Perú y
Chile, o
Brasil. Las monedas fuertes no son una recompensa por el buen comportamiento político. Los dos países más grandes de la región están dirigidos por figuras populistas de izquierda que generalmente no gustan a los mercados internacionales: Andrés Manuel López Obrador en México y Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil.
¿OTRO ACONTECIMIENTO?
Cuando los gestores de dinero tienen confianza, tienden a sentirse mucho más cómodos invirtiendo en
carry trades, ya que es una forma de apalancamiento. La experiencia ha demostrado que cuando la volatilidad vuelve a subir, las operaciones de
carry trade pueden perder mucho dinero rápidamente.
¿OTRA NOVEDAD?
En el siguiente gráfico, que utiliza el
carry trade entre el real brasileño y el yen japonés, las pérdidas cuando la volatilidad se disparó durante la crisis financiera mundial fueron insoportables. La volatilidad está representada por el índice
VIX, que mide la actividad de cobertura frente a las caídas del S&P 500 en el mercado de opciones; no está directamente relacionado ni con
Japón ni con
Brasil, pero tuvo un efecto dominante en las operaciones de carry trade. El
VIX es ahora sorprendentemente bajo, y logró caer en las operaciones del lunes pasado a pesar de las noticias del fin de semana procedentes de
Rusia. Así que es fácil imaginar que una futura sacudida geopolítica tenga un efecto terrible sobre las divisas latinoamericanas.