EN RESUMEN
- Se busca eliminar riesgos para depositantes y contribuyentes.
- Restaurar la Ley Glass-Steagall inquieta a Wall Street.
- La iniciativa de Trump no pasaría la prueba.
HURGAR EN EL PASADO PARA EVITAR MALES DEL PRESENTE
LA NOTICIA
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sacudió el mundo financiero al ratificar que está considerando dividir los grandes bancos de Wall Street “para eliminar ciertos riesgos para los depositantes y contribuyentes”.
ESPERA, RETROCEDE…
Se trata de una medida que obligaría a la ruptura de bancos, impulsada por el esfuerzo de revivir la ley Glass-Steagall de 1933, promulgada tras el crack de 1929, que hizo que quedaran claramente separadas las entidades comerciales de las de inversión.
¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
- Se divide a la banca en dos categorías: las entidades de depósito con respaldo de clientes, que hacen préstamos a empresas y consumidores, y los bancos de inversión y aseguradoras, que negocian y suscriben títulos y se centran en otros instrumentos complejos.
- Desvincular esos negocios impediría que los ahorros de los estadounidenses fluyan hacia el volátil mercado de capital.
¿QUÉ ESTA DICIENDO LA GENTE?
Muchos analistas consideran que la ruptura de los grandes bancos abriría oportunidades de negocios para los entes más pequeños, lo que daría lugar a una industria interna más competitiva. Las grandes firmas de Wall Street valdrían más como entidades separadas que combinadas.
¿OTRA NOVEDAD?
La creencia popular es que a la gente no le gustan los grandes bancos. A eso se suma que está muy fresca la experiencia de la crisis financiera de 2008, cuando hubo demasiada concentración en pocas entidades como Wells Fargo, JP Morgan y Bank of America.
EN FIN
La reacción inicial al anuncio fue negativa. Los índices cayeron justo después de que hablara Trump. Luego, estos se recuperaron y cerraron el día con ganancias, como consecuencia de una lectura sosegada en la que se veía la imposibilidad de que esta iniciativa pasara de nivel.
LLUVIA PASAJERA QUE NO LLEGARÁ A TORMENTA
LA NOTICIA
Si se ve la letra pequeña, esta medida pareciera tener sentido, pero todo apunta a que terminará en palabras. Dicho de otro modo, la Glass-Steagall del Siglo XXI, como la llama el presidente de EEUU, no llegará a ejecutarse.
EXPLÍCATE
Esta propuesta del huésped de la Casa Blanca puede quedarse en el enunciado. En palabras del CEO de Ritholtz Wealth Management, Josh Brown, en el remoto caso de que se aplicara la reforma, tomaría años “romper” a los grandes bancos.
RETROCEDE
No es algo que pueda hacerse de la noche a la mañana, por lo que el mercado no tiene de qué preocuparse. Además, cobra fuerza la tesis de que se desmejoraría la competitividad de los bancos estadounidenses frente a las grandes instituciones financieras globales.
¿QUÉ ESTA PENSANDO LA GENTE?
En el Congreso, los republicanos no están considerando el resurgimiento de la Ley Glass-Steagall. Al contrario, los esfuerzos se concentran en debilitar o revocar la Ley Dodd-Frank, diseñada para regular las instituciones financieras de importancia sistémica, con una estricta supervisión federal.
POR ÚLTIMO
Muchas entidades financieras se oponen al regreso de la norma Glass-Steagall. Argumentan que desgarraría un intrincado sistema y terminaría perjudicando a los estadounidenses comunes.
EN CONCRETO
En la administracion Trump hay varios exbanqueros de Goldman Sachs, como Steven Mnuchin y Gary Cohn, que anteriormente han estado en contra de la Glass-Steagall. Ellos tendrían una influencia considerable en el presidente sobre esa ley.
REGULAR LO QUE ESTÁ EN LA SOMBRA
LA NOTICIA
Otro grupo de analistas coincide en que la mirada no debe estar puesta en la división de los bancos sino en la regulación a lo que se conoce como banca en la sombra o paralela, que funciona de manera lícita, pero sin control.
DAME CONTEXTO
Estas son entidades financieras que actúan como bancos, pero que no están sometidas a regulaciones. No están obligadas, como sí lo está la banca tradicional, a mantener, por ejemplo, una reserva de capital.
¿OTRO ACONTECIMIENTO?
En el caso hipotético de que los depositantes decidieran retirar todo su dinero, esa banca paralela estaría imposibilitada de cumplir con esa obligación ante sus clientes.
EN SÍNTESIS
El foco está en los “too big to fail” (demasiado grandes para quebrar) con un objetivo: reducir el tamaño de los bancos sistémicos -cuya quiebra ocasionaría un tsunami económico-, y evitar que, ante un colapso, el gobierno tenga que rescatarlos con el dinero de los contribuyentes, como ocurrió en 2008.
CONCLUSIÓN: RESTAURACIÓN CUESTA ARRIBA
En 2016 algunos republicanos y el demócrata Bernie Sanders apoyaban retomar la ley Glass-Steagall -derogada en 1999 en la administración de Bill Clinton. Pero es poco probable que hoy pase la prueba por razones de agenda legislativa y argumentaciones financieras desde Wall Street.
