La Reserva Federal aprobó bajar la tasa 0,5%, en una decisión que contó con uno de los banqueros centrales votando en contra, siendo la primera vez que esto sucede desde 2005. Este es el primer recorte de tasas desde marzo de 2020. Además, planea dos recortes adicionales de 0,25% hasta fin de año.
El comunicado fue bastante limitado, informando que la inflación puede mantenerse elevada por un poco más de tiempo de lo que esperaba la Reserva Federal, a la vez que el mercado de empleo no está generando tantos empleos. También implica que la economía se mantendría con un crecimiento moderado, sin mayores cambios que den señales de una recesión.
Durante la rueda de prensa, Powell mantuvo un tono neutro, dejando claro que la Reserva Federal no está esperando un cambio económico importante, sino un mercado laboral menos inflacionario.
La proyección a futuro de los miembros del comité se inclina a un soft landing, considerando que "los riesgos para la consecución de sus objetivos de empleo e inflación están aproximadamente equilibrados".