El miércoles, las minutas de la FED pusieron a los toros contentos. El tono decisivo en las minutas, sin sorpresas, y confirmando lo que el mercado esperaba escuchar, despertó la euforia de los toros. El DOW subió 250 puntos y el crudo se salvó de caer de $40. Literalmente…
El discurso de Kaplan, el líder de la FED de Dallas, opacó los reportes semanales positivos del American Petroleum Institute (API) y de la Agencia de Información de Energía (AIE). Según Kaplan, “la oferta y la demanda global no encontrarán ningún tipo de equilibrio hasta 2017”. También aseguró que aún no ha venido lo peor… De hecho, Kaplan anticipa que antes de que se estabilice el sector, vendrá una ola donde empresas de energía en estrés entrarán en bancarrota o se fusionarán con empresas más grandes. Lógico… La caída del crudo puso al sector de energía en oferta, especialmente a las empresas pequeñas que no cuentan con el músculo financiero necesario para sobrevivir la crisis.
Si las proyecciones de Kaplan se cumplen, nos despediremos de un crudo sobre $40 pronto. Está demás decir que ojalá Kaplan se equivoque. Aunque aumente el poder adquisitivo del consumidor, beneficiando la industria de servicios y tiendas de ventas por departamento, un colapso en la industria de energía sería mucho peor, pues resultaría en pérdidas enormes de trabajos, así como pérdidas para los bancos con préstamos expuestos al sector de energía.
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