EN RESUMEN
- Inversionistas apuestan por títulos de largo plazo.
- Riego país eleva rendimientos, pero el susto es permanente.
- Una reestructuración se divisa en el horizonte.
LA ADRENALINA DE JUGAR LA «PAPA CALIENTE»
LA NOTICIA
DAME CONTEXTO
Los problemas son de larga data, pero la decisión del TSJ fue un detonante. Desde hace varios años las calificadoras crediticias le han puesto una mala nota a la deuda venezolana por su alto riesgo de incumplimiento debido a la prolongada crisis política.
¿ENTONCES?
Aunque no ha ocurrido un default o una cesación de pago, esos papeles calificados como especulativos “invitan”, especialmente a los inversores que resisten, a vivir en un sobresalto permanente. El riesgo país de Venezuela es uno de los más altos del mundo.
RETROCEDE
Las calificadoras de riesgo advierten: estos papeles tienen un alto rendimiento, pero sepa que el país puede dejar de pagar. Y entonces, como si se tratara del juego de la “papa caliente”, en el que en algún momento alguien puede quemarse, el mercado observa cómo sacar provecho.
¿QUÉ ESTÁ DICIENDO LA GENTE?
La incertidumbre sobre Venezuela es muy alta. Los inversionistas apuestan por un cambio de régimen porque consideran que, a medida que aumenta la crisis -con fuerte represión y muertos, heridos y detenidos-, también lo hacen los costos de mantener el statu quo… y los beneficios de cambiarlo.
EN FIN
El gobierno ha perdido apoyo, lo que es evidente por el número de protestas durante más de un mes con calles y carreteras cerradas. Analistas empiezan a vislumbrar las consecuencias que traería un cambio, lo que se refleja en los precios de los bonos soberanos y de Pdvsa de largo aliento.
REESTRUCTURACIÓN DE DEUDA SE VE DE LEJOS
LA NOTICIA
La compra de bonos venezolanos de largo plazo durante el mes de abril (momento en el cual estaban iniciándose las protestas masivas en el país) sustenta la idea de cambio, en especial del VENZ-2027.
PONME AL DÍA
Este bono no tiene Cláusula de Acción Colectiva (CAC), lo que es un buen incentivo para los inversionistas de largo plazo, sobre todo en el hipotético contexto de una reestructuración de deuda.
CUÉNTAME SOBRE LA CLÁSULA DE ACCIÓN COLECTIVA
Esa cláusula permite, al lograrse el porcentaje de mayoría acordado, aceptar las condiciones o no cuando un gobierno decide reestructurar. Es vinculante para todos los tenedores y la minoría debe aceptarlo. Aplica solo para la deuda soberana. En la lista de papeles venezolanos solo hay dos sin CAC:
- El VENZ-2018 y el VENZ-2027. El primero con una tasa de 13,625% de muy corto vencimiento y el segundo, con mejor margen para inversionistas, con un cupón de interés de 9,25% a un precio de 53% de su valor facial.
- Esto quiere decir que si la República decidiera una reestructuración de esos títulos, debe tener la aceptación de 100% de los tenedores. Vea la composición del resto de los bonos con CAC en la gráfica.
EN CONCRETO
La sensación general es que, en su mayor parte, inversores institucionales y fondos mutuos están invirtiendo en los bonos de Venezuela mientras la tormenta política está devastando el statu quo a un ritmo acelerado
CONCLUSIÓN: REESTRUCTURACIÓN EN LA MIRA
El pensamiento parece ser que un nuevo gobierno se plantearía una reestructuración de la deuda, más racional financieramente hablando, lo que aumentaría la tasa de recuperación de los bonos de muy larga duración. Esto reforzaría las probabilidades de pago.