Este fin de semana el presidente Trump notificó aranceles sorpresa para México, Canadá y China. A pesar de que la Casa Blanca venía hablando de la aplicación de nuevos aranceles durante los últimos meses, sorprendió al anunciarlos para el sábado, solo veinticuatro horas antes, después de que en días previos dijo que los aranceles podrían arrancar el primero de marzo, si no se llegaba a un acuerdo con los tres países.
Así que la noticia ha traído sobresalto a los mercados, porque puede traer fuertes consecuencias económicas, ya que México y Canadá representan prácticamente la mitad del intercambio comercial de Estados Unidos.
Inclusive con Canadá, EE.UU. tiene un superávit de comercio, por lo cual esta decisión es incomprensible para muchos, dado que implica una pérdida comercial con el socio comercial más importante del país, con quien mantiene libre comercio desde el año 2000.
Este nuevo contexto tributario puede desacelerar las tres economías de manera contundente, sobre todo porque ambos países, México y Canadá, también decidieron tomar decisiones recíprocas y aplicar 25% de impuestos a los productos de los Estados Unidos.
Por otra parte, China también recibió 10% de arancel, lo cual también debe generar desaceleración económica. Entretanto, China también indicó que impondrá medidas recíprocas, pero aún no ha ofrecido detalles, así que resta esperar el desenlace en los próximos días.
En el caso de México y Canadá, Estados Unidos decidió que para los productos energéticos que cruzan la frontera, el arancel no será de 25%, sino de 10%, buscando que esto no tenga un efecto importante sobre los precios de la gasolina, especialmente en los estados de la zona rocosa de EE.UU. y el oeste medio. Estos estados, como Colorado y Utah, dependen de las importaciones de gasoil y gasolina del otro lado de la frontera y no de los recursos energéticos de Estados Unidos, ubicados hacia la costa del golfo.
Así que, por un tema de costos, siempre se ha dependido más de que crucen el lago Michigan y la frontera terrestre de la zona, pero, bueno, lo que va a producir una subida inmediata de costos energéticos para esas zonas del país.
Otro sector que tendrá un fuerte impacto es el automotriz, debido a la cantidad de autos que se importa de México y Canadá. Ya se está hablando de que puede haber un aumento de 3 mil dólares en el costo promedio de los autos.
El mercado permanece nervioso, a la espera de entender si esto se convertirá en un acuerdo a corto plazo y que el presidente Trump pueda anotarlo como victoria, o si vendrán aranceles más duraderos que cambien la estructura del comercio global.
Lo cierto es que en la Casa Blanca hay grupos que apoyan las dos posturas, uno que está de acuerdo con que las medidas sean temporales -para asustar a los socios comerciales- y otro que está de acuerdo con que sean más permanentes o de largo plazo.
Está por verse cuál de los bandos se impone, pero lo seguro es que esto debería -a corto plazo- generar efectos económicos importantes y complicar muchísimo el trabajo de la Reserva Federal, que probablemente sea más renuente ahora a bajar la tasa, pero si ve desaceleración seguramente se apurará a bajarla para tratar de evitar que ocurra una recesión.