LA NOTICIA
En medio de una ola de noticias, una de las más importantes de la semana es que la Reserva
Federal no está haciendo nada en absoluto, y no se compromete a hacer nada en el futuro, sino
que prepara a todos para un probable recorte de la tasa de los fondos federales en septiembre.
DAME CONTEXTO
Esto fue un poco como un regreso a la era de Alan Greenspan, cuando no había conferencias de prensa ni diagramas de puntos para observar la senda a futuro de las tasas de interés. En cambio, se pasaban horas analizando unas pocas palabras ambiguas de un comunicado de la Reserva Federal.
¿ENTONCES?
Las modificaciones de esta declaración desde la versión del mes pasado apuntan innegablemente a un recorte de las tasas, pero probablemente podrían haber ido más allá en esa dirección:
- “Las ganancias de empleo se han moderado [NO “se han mantenido fuertes”], y la tasa de desempleo ha aumentado, pero sigue siendo baja”;
- “En los últimos meses, ha habido algunos avances adicionales [NO “avances adicionales modestos”] hacia el objetivo de inflación del 2% del Comité”;
- “Las perspectivas económicas son inciertas y el Comité está atento a los riesgos para ambos lados de su doble mandato”. [NO “muy atento a los riesgos de inflación”].
¿ALGO MÁS?
El Comité no espera que sea apropiado reducir el rango objetivo hasta que haya ganado mayor
confianza en que la inflación se está moviendo de manera sostenible hacia el 2%.
¿OTRO DATO RELEVANTE?
La
Fed no recortó inmediatamente, como algunos propusieron. Entonces Jerome Powell tuvo la oportunidad de explicarse ante la prensa. Sin comprometerse, dejó a su audiencia confiada en que él y sus colegas tendrían efectivamente la “mayor confianza” necesaria para cuando se reunieran de nuevo.
¿QUÉ MÁS PASÓ?
Powell negó rotundamente que la política imposibilitaría recortar las tasas a menos de dos meses de las elecciones, lo que eliminó uno de los mayores argumentos contra un recorte, pero pareció descartar tirar la cautela por la borda y recortar 50 puntos básicos.