Esto a su vez, genera una situación compleja porque la caída en las acciones puede traer como consecuencia un nuevo temor a la viabilidad de los bancos, que conlleve
corridas bancarias. Es algo que parece haberse subsanado, por lo que no reviste mayor cambio en las entidades bancarias desde el punto de vista fundamental, pero sí hay un efecto psicológico importante en inversores y ahorristas.
A este tenso escenario se agrega que la Reserva Federal muy probablemente suba la tasa de interés 0,25% mañana. Lo que puede generar más presiones sobre los bancos, al momento de emitir nuevos créditos, y también si vemos una subida en los rendimientos de los bonos. Así que la FED tiene una difícil tarea de subir la tasa para cumplir con su objetivo de luchar contra la inflación, al mismo tiempo que debe mantener un mensaje de cautela para que la condición del sistema bancario no empeore.