LA NOTICIA
Según el Evangelio de San Lucas, “hay más alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente que por 99 personas que no tienen nada de qué arrepentirse”. De manera similar, parece haber más alegría en
Wall Street por un analista bajista que capitula (cambia de opinión) que por 99 alcistas que se mostraron positivos todo el tiempo.
DAME CONTEXTO
Eso podría explicar la fascinación por la noticia de que Mike Wilson, estratega jefe de acciones de
Morgan Stanley, aumentó su objetivo de fin de año para el
S&P 500 de 4.600 a 5.400.
¿ENTONCES?
La mejor expectativa de un individuo sobre dónde estará un índice dentro de siete meses no debería ser de algo de mayor interés para el mercado, incluso si es estratega de una empresa tan grande e influyente como
Morgan Stanley.
¿ALGO MÁS?
Las predicciones que generan Wilson y sus homólogos de otras grandes empresas son producto de modelos que parten de suposiciones que son inevitablemente imprecisas y, en cualquier caso, no pueden tener en cuenta acontecimientos que aún no han ocurrido. Sin embargo, plantea algunas cuestiones interesantes:
- ¿Afecta a los mercados cuando un bajista conocido capitula y, de ser así, cómo?
- ¿Qué hay de malo en capitular en respuesta a nueva información?
- ¿Cómo ha logrado el S&P 500 superar tantos pronósticos alcistas cuando ha transcurrido menos de la mitad del año?
¿OTRO DATO RELEVANTE?
Para ilustrar cuán fuerte es el efecto, el siguiente gráfico muestra los pronósticos promedio del
S&P 500 para finales de 2024 a lo largo del tiempo. Incluso aunque la proyección ha aumentado, sigue estando por debajo del precio actual del índice.