“SUPER MARIO” EN RECESO TEMPORALMENTE
La última sesión del año del Banco Central Europeo (BCE) dibujó a un Draghi mucho más cauteloso y menos fiel a la popular figura animada de “Super Mario” con el cual se le asociaba, en virtud de que acostumbraba a “sorprender” al mercado con sus anuncios asertivos.
Teniendo margen para desplegar todas sus armas, el presidente del BCE optó apenas por extender el programa de compra de deuda o Quantitative Easing (QE) hasta marzo de 2017, traduciéndose en una compra de bonos adicional de €360B sobre los €1,1T prometidos hasta septiembre. Mas dejó guardadas tanto (i) una posible expansión en el volumen de estas compras, como (ii) la instauración de tasas de ahorro negativas para bancos públicos.
SHOCK BURSÁTIL A RAÍZ DE SOBRE PROMETER
Al no cumplir con las ambiciosas previsiones del mercado, el anuncio de Draghi provocó caídas de hasta 400,78 puntos (–3,58%) en el caso de la bolsa alemana, 175,55 en la francesa (–3,58%) y 145,93 en la inglesa (–2,27%); así como repuntes en la prima de riesgo y un euro más apreciado (+3%). El mercado se había adelantado a los hechos en base a expectativas y rumores, desinflándose luego ante la inminente realidad. El clásico “compra el rumor y vende el hecho” volvió a triunfar.
LA AUDIENCIA INTERNACIONAL TAMPOCO RESPONDIÓ FAVORABLEMENTE
Fuera de Europa, los grandes perdedores tras la jornada del jueves fueron el dólar (el DXY cayó a 97,8 al finalizar el discurso de Draghi) y los índices bursátiles norteamericanos: el DOW rodó 252,01 puntos (–1,42%), el S&P 500 otros 29,89 (–1,44%) y el NASDAQ 85,69 (–1,67%). Los índices asiáticos estaban cerrados durante el discurso del jueves, por lo que no tuvieron chance de reaccionar hasta el viernes cuando hicieron eco a las bolsas estadounidenses: el NIKKEI cayó -435,42 puntos (–2,18%) y la bolsa de Shánghai otros -59,42 puntos (–1,66%). Se podría concluir que el consenso global de descontento sobre las medidas anunciadas por el Presidente del BCE fue unánime.
¿SERÁ QUE DRAGHI SABE ALGO QUE NOSOTROS NO?
Meterse en los zapatos de un tercero no es tarea sencilla. No cabe duda de que detrás del tono infrecuente de seriedad de la rueda de prensa del jueves, donde Mario Draghi suele tener un rapport más amigable con los periodistas, se escondía una historia. Así es que dedicaremos la columna de esta mañana a las posibles teorías detrás de su actuación, rebautizado “temporalmente” como “Bowser”, para mantener la analogía con los personajes del videojuego, donde la princesa, esta vez decepcionada, se compara con la bolsa de valores.
CATALIZADOR #1: DIVISIÓN DEL BCE
En su alocución ese día, el presidente del BCE mencionó que el comité no estuvo totalmente de acuerdo al decidir los próximos pasos. Antes de la reunión, incluso, los representantes de Alemania, Letonia y Austria, entre otros, anunciaron que votarían en contra de cualquier expansión del programa de estímulos. Pequeña pista que se le escapó a Wall Street y a Europa… Moraleja: si Alemania está en contra de la expansión, abiertamente, hay que escuchar.
Ante la división del comité, pareciera que Draghi se vio entonces obligado a buscar consenso entre los países de la periferia europea y los del oeste a favor de la extensión.
CATALIZADOR #2: VISTO EL PROGRESO ECONÓMICO, SERÍA PRUDENTE DEJAR LAS MEDIDAS MÁS AGRESIVAS PARA EL FUTURO
Para justificar la decisión de extender el programa en el tiempo, sin ampliarlo ni aplicar tasas negativas, Draghi explicó que no había razón para ir más allá, dado que ya se estaba percibiendo una mejora modesta de la economía. Eso sí, el BCE mantiene a su disposición la posibilidad de “halar el gatillo” y decretar cualquiera de las otras dos medidas que quedaron pendientes, en caso de ser necesario.
Se podría concluir que Draghi aplazó el momento para lanzar estímulos más agresivos en caso de que los necesite, cuestión que en Qué Bolsa prevemos factible pueda suceder en un futuro próximo.
CATALIZADOR #3: BCE QUIERE VER QUE VA A HACER LA FED ANTES DE ACTUAR
Al tener un margen de certeza sobre la subida de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal (FED) norteamericana, es válido pensar que Draghi terminó optando por pasarle el testigo a su presidenta, Janet Yellen, abriéndole paso a la inevitable divergencia de tasas que jugaría a favor de elevar la inflación europea en virtud de un euro más debilitado.
Y es que en la práctica, las medidas de estímulo del BCE han dado sus frutos… Y la caída del euro, a pesar de ser considerado un efecto colateral, ha propiciado un repunte de las exportaciones europeas, que se han vuelto más competitivas y aseguran un crecimiento de la producción y del PIB a futuro. Según la organización de cooperación y desarrollo económico (OCDE), por cada 10% de devaluación del euro, se genera un 1% de crecimiento en el PIB de un país a lo largo de un año.
En conclusión, Draghi tal vez no quiso poner su cuello en juego, sabiendo que la FED está dejando entrever al mercado que la normalización es inminente. Además, al BCE no implementar tasas negativas de ahorro, es más viable que la FED suba las tasas el próximo 16 de diciembre, ya que la apreciación del dólar sería más gradual. Por otro lado, también es plausible que Europa quisiera ver las repercusiones de la primera subida de tasas de interés en Estados Unidos después de una década, antes de señalar cuál será su estrategia.
CATALIZADOR #4: EL ALZA DE LOS PRECIOS EN EUROPA PARECIERA SER INMINENTE GRACIAS AL DÓLAR ENCARECIDO
Si unimos la presencia del fantasma de la deflación rondando los países europeos con la parquedad de las medidas del BCE, podemos concluir, entonces, que los vientos soplan a favor de un aumento en la inflación para el año entrante, debido a la imprevista reducción de precios que tuvo el crudo durante todo 2015.
Si bien la inflación en el viejo continente sigue estando cercana a cero, la percepción sobre la crisis de precios del petróleo es momentánea y se espera un rebote en los primeros seis meses de 2016. Este análisis es consistente con el comportamiento del “contango”, o tendencia a tener precios cada vez mayores en los mercados a futuro de esta materia prima, con valores que ascienden hasta $46 por barril en junio del año entrante.
Adicionalmente, las importaciones europeas se encarecieron como consecuencia de un dólar fortalecido en orden de 8% durante 2015. Y si la FED cumple con elevar las tasas de interés próximamente, el índice de precios europeos debería subir aún más. Según el FedWatch -opinión del mercado, basada en los futuros del dólar, sobre el destino de las tasas de interés- las probabilidades de que suban las tasas en diciembre llegaron a 79,1%. Fíjense a continuación:
CATALIZADOR #5: LA INSTAURACIÓN DE TASAS NEGATIVAS DE AHORRO EN LOS BANCOS UBICADOS EN PAÍSES VECINOS DE LA ZONA EURO NO IMPULSÓ LA INFLACIÓN SEGÚN LO ESPERADO
La demanda/consumo es una pieza importante dentro del marco de la inflación: esa era la razón fundamental por la cual no se descartaba que el banco central europeo obligara a los bancos a cobrarle a sus ahorristas por mantener sus depósitos en cuentas, como una forma de incrementar la liquidez en el mercado.
El mismo Draghi aseguró que estaban estudiando los resultados obtenidos en aquellos países del continente que aplicaron tasas negativas hace unos meses, lo que hizo que esta tesis cobrara mayor fuerza entre los analistas.
En Qué Bolsa analizamos tres países europeos que han aplicado esta medida: Dinamarca, Suiza y Suecia. Con esta estrategia, los dos primeros países buscaban desincentivar los depósitos en bancos locales por parte de inversionistas extranjeros, apreciando así sus monedas e imposibilitando su indexación con el euro. Suecia, por su parte, quería generar mayor inflación.
Los resultados de aplicar tasas negativas fueron variados, pero, en resumen, no hubo evidencia de que propiciaran retiros masivos en Dinamarca o Suiza, por lo que el efecto de la medida es limitado para aumentar tanto la liquidez como la demanda.
En el caso particular de la inflación, Suecia, que nunca implementó la indexación de su moneda, fue el único que logró aumentar la tasa inflacionaria.
En conclusión, las tasas negativas de ahorro en los bancos no han logrado elevar la inflación tal como se esperaba en las economías analizadas, por lo que, probablemente, la inclinación del BCE a futuro será la de expandir su programa de estímulos antes de implementar tasas negativas de ahorro bancario.
HACIA LA NORMALIZACIÓN
Luego de las caídas del jueves, en la jornada del viernes los índices bursátiles más cotizados en Estados Unidos tuvieron un alza superior a 2%, en promedio, gracias, principalmente, al reporte de empleos que generó expectativas de una mayor expansión económica. El dólar también rebotó cuando se ratificó la estabilidad de la economía estadounidense, y el DXY superó los $98.
En Europa, sin embargo, se registraron caídas de –0,34% en las bolsas de Alemania y Francia, y –0,61% en Inglaterra. Sumando las caídas de las últimas dos jornadas, Alemania y Francia acumularon pérdidas de –3,92% e Inglaterra de –2,88%. A pesar de haber generado pérdidas elevadas a corto plazo, si las contrastamos con el rebote de +20% del índice teutón en los últimos dos meses, nos damos cuentan de que el retroceso no es tan significativo. De hecho, si Alemania, en específico, siguiera cayendo, recomendaremos hacer una compra del índice alemán.
Con Draghi al frente del BCE, tenemos un sello de respaldo a la economía hasta marzo de 2017, por lo que hay tiempo suficiente para aplicar nuevos estímulos o, incluso, desenfundar el arma de las tasas negativas, en caso de ser necesario… Estaremos muy atentos.
Tras una jornada electoral histórica en la que la participación del pueblo venezolano demostró contundentemente su espíritu cívico y democrático, no podemos despedirnos sin felicitar a todos aquellos quienes, con su voto, le aseguraron el triunfo a la posibilidad del cambio que merece el país.