ES MÁS
Morgan Stanley en un reciente estudio respecto al tema menciona tres riesgos que los inversores deberían tener en consideración:
- La actual deuda federal ya es enorme: más de $33 billones, un asombroso máximo posterior a la Segunda Guerra Mundial que representa el 122% del producto interno bruto (PIB). Un informe reciente del Tesoro mostró que el gobierno gastó $659.000M en pagos netos de intereses durante el año fiscal que finalizó en septiembre, aproximadamente +39% más que el mismo período del año anterior.
- La Oficina de Presupuesto del Congreso estima que este gasto en intereses podría duplicarse en la próxima década, lo que significa que el gobierno estadounidense podría estar gastando más en pagos de intereses que en otras categorías presupuestarias importantes. La creciente deuda nacional no solo puede aumentar los costos de endeudamiento para todos, sino que también podría desplazar la financiación para otras prioridades.
- La oferta y la demanda pueden estar cada vez más desequilibradas en el mercado del Tesoro. Un reciente aumento en la emisión de bonos del Tesoro se ha topado con una sorprendente escasez de compradores. Algunos de los mayores compradores de bonos del Tesoro, incluidos los bancos comerciales nacionales y los gobiernos extranjeros, han estado reduciendo sus compras.
¿ALGÚN ACONTECIMIENTO ADICIONAL?
El conflicto geopolítico tanto en Medio Oriente como en Ucrania significa que es posible que se requieran más desembolsos federales para ayudar a los aliados de EEUU y alcanzar objetivos humanitarios, lo que podría impulsar una mayor emisión de bonos gubernamentales.
POR ÚLTIMO
La creciente deuda, la reducción de la demanda en el mercado del Tesoro y el conflicto geopolítico son factores que podrían aumentar la presión sobre el costo del endeudamiento. Esto, a su vez, puede afectar el gasto de los consumidores y las empresas, el crecimiento económico general y los mercados financieros.
EN CONCRETO
Teniendo esto en cuenta, el
Comité de Inversiones Globales de Morgan Stanley sugiere que los inversores consideren moderar posiciones significativas sobreponderadas en acciones para tener en cuenta los riesgos de un costo de capital más alto.