Los resultados de inflación en Estados Unidos sorprendieron al mercado con cifras superiores a las esperadas. La inflación mensual se situó en 0,5%, superando la expectativa del 0,3%. De manera similar, la inflación núcleo mensual alcanzó 0,4%, cuando se esperaba 0,3%. En términos anuales, la inflación general y la núcleo se ubicaron en 3% y 3,3% respectivamente, ambas por encima de las proyecciones.
Factores clave en el aumento de precios
Varios componentes contribuyeron a este incremento inflacionario. Los precios de los autos usados subieron 2,2%, las rentas 0,4%, y el seguro de vehículos un 2%. El combustible para transporte experimentó un notable aumento del 8%, mientras que los huevos registraron un alza del 15%, en parte debido a los sacrificios masivos para controlar la gripe aviar. Este incremento en el precio de los huevos afecta también a productos horneados, que vieron subidas entre 1% y 2%.
El sector de servicios médicos también contribuyó con un aumento del 2,7%. En el ámbito de la alimentación, los precios subieron 0,4%, y la comida fuera de casa 0,5%. La energía, especialmente el gasoil, tuvo un impacto significativo, con un aumento del 6,2%.
Impacto de los aranceles y el clima
Los aranceles anunciados por el presidente Trump parecen estar influyendo en los precios de ciertos productos, como la gasolina y el combustible para transporte. Además, los seguros de vehículos subieron 2% debido a factores climáticos, como las nevadas de enero, que provocaron la necesidad de reemplazar muchos autos.
Perspectivas de política monetaria
El mercado inicialmente reaccionó negativamente a estos datos, pero se recuperó tras comentarios de analistas que sugieren que la subida podría ser en parte estacional. Sin embargo, la posibilidad de una reducción de tasas por parte de la Reserva Federal se ha desvanecido. Antes, junio era considerado un mes probable para una baja de tasas, pero ahora la mayoría de los analistas no espera cambios hasta diciembre, a menos que ocurra un evento extraordinario.
La inflación de los últimos tres y seis meses, que había mostrado una tendencia a la baja, ha cambiado de dirección con el aumento de enero. Esto, junto con los aranceles que afectan sectores clave como la construcción, sugiere que la Fed no tendrá razones suficientes para reducir las tasas en el corto plazo.
En resumen, el panorama inflacionario de enero de 2025 presenta desafíos significativos para la economía estadounidense, con implicaciones importantes para la política monetaria y el mercado en general.