EN RESUMEN
- La estrategia de corto plazo satisface a los inversionistas.
- Subir el costo del endeudamiento podría ocasionar estrés financiero.
- Las corporaciones han descuidado focos medulares del negocio.
TRABAJAR CON EL DINERO DE OTROS
LA NOTICIA
Podemos ver que la deuda neta entre el ebitda muestra que se está en uno de los puntos más altos en casi 20 años, acercándose a niveles históricos de 1990, el referencial más elevado hasta ahora registrado.
DAME CONTEXTO
El ebitda es una medida financiera que muestra cuál es el ingreso de la empresa antes de pagar por su endeudamiento y otras métricas de contabilidad (gastos de interés, impuestos, depreciación y amortización) que no muestran el verdadero valor de la misma. Por eso, el mercado se fija mucho en este indicador. En este caso, se está hablando del indicador financiero resultante de dividir la deuda neta entre el ebitda.
¿ALGO MÁS?
En la gráfica se observa el momento cuando las empresas tocaron su máximo histórico en los años 90, luego de lo cual se registró una caída estrepitosa antecedida de una expansión económica contínua.
SEÑALES HISTÓRICAS MARCAN EL CAMINO
LA NOTICIA
En los años 90 los ingresos de las empresas crecieron y luego se vieron afectadas porque la expansión económica se detuvo. Cualquier parecido con la realidad actual no debe tomarse como una simple una coincidencia.
EXPLÍCATE
El referencial histórico, en este caso, sirve solo de alerta. Las empresas parecen no haber aprendido la lección, porque cuando la economía comenzó a recuperarse, estas tomaron el sendero de un endeudamiento a un nivel nunca antes visto, motivadas por las bajas tasas de interés.
DAME CONTEXTO
Muchas empresas dentro del índice S&P 500 se han endeudado para financiar artilugios de contabilidad que, de manera irreal y cortoplacista, hacen ver que la acción vale más. Como ocurre con los planes de recompras.
¿ENTONCES?
Las acciones de los índices han tendido a mostrar ingresos más altos, pero es un simple truco de contabilidad. Los ingresos totales de las empresas están más bajos que en años anteriores. Es decir, las empresas están tomando más créditos para financiar estos artilugios en lugar de cuidar la inversión en áreas medulares como la productividad. Y todo para satisfacer a los inversionistas.
¿VALE LA PENA ESTE TIPO DE ENDEUDAMIENTO?
LA NOTICIA
Nuestra pregunta es si dado ese apalancamiento que se está registrando actualmente -de hecho sobre niveles históricos-, valdría la pena este tipo de endeudamiento, cuando la Reserva Federal (FED) está pensando subir las tasas de interés.
RETROCEDE
Otra de nuestras interrogantes es cuál será el efecto de este endeudamiento cuando se acabe el ciclo favorable. La respuesta es que, a corto plazo, los inversionistas han aplaudido estas prácticas, pero el estrés financiero podría resaltar una vez la inflación regrese a la economía, lo que obligaría a la FED a apresurar la subida de tasas de interés. En otras palabras, a largo plazo, los inversionistas podrían arrepentirse de esta decisión.
CONCLUSIÓN: VEREMOS CUANDO SUBA EL COSTO DEL DINERO
Las empresas han venido complaciendo a sus inversionistas a corto plazo, lo cual podría afectar los objetivos a largo plazo. Pudiéramos, entonces, ver a estas empresas entrar en estrés cuando suban los costos de endeudarse, dado que no se invirtió en actividades que generaran ingresos orgánicos, sino en artilugios que benefician a corto plazo, empeorando las futuras correcciones de mercado debido al riesgo implícito de la posición de crédito actual.