EN RESUMEN
- Powell busca equilibrio entre subir y bajar tasas de interés tras discurso en Jackson Hole.
- Mercado cauteloso: Probabilidad de subidas de tasas a fin de año se mantiene al 50%.
- Inflación y objetivos intactos; Powell apunta a reducción en salarios y sector servicios.
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En su discurso de hoy en la reunión de Jackson Hole, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, trató de ser lo más balanceado posible, -tal como nos esperábamos- al comentar que la FED a partir de este momento debe ser muy cuidadosa con las decisiones que toma, lo cual parece dar el mensaje de que puede parar ya con la subida de tasas de interés. Sin embargo, al mismo tiempo indicó que, de ser necesario y si se observa un crecimiento económico por encima de la media histórica, el banco central puede elegir subir las tasas de interés. Así que dejó la puerta abierta a próximas subidas, si vemos un crecimiento económico tan fuerte como el proyectado por la FED de Atlanta.
El discurso de hoy fue muy distinto al de 2022, ya que ese año, la prensa tituló que Powell indicó que vendrían tiempos dolorosos para el consumidor norteamericano, ya que la FED actuaría mucho más rápido. En esta ocasión fue radicalmente diferente.
En este momento el mercado se inclina a pensar que Powell tuvo una postura más dovish de la que esperaba, pero sigue teniendo en mente que una subida de tasas de interés es posible hacia finales de año. De hecho, las probabilidades de subidas de tasas en noviembre o diciembre siguen siendo de 50%, reflejando que esto se maneja como un escenario bastante probable.
Respecto a cuándo se espera la probabilidad de bajada de tasas, el escenario de que sea en junio bajó y ahora el mercado la espera en julio. Esto evidencia que el efecto del discurso de Powell sobre el posicionamiento del mercado fue muy ligero, solamente se modificó un poco la expectativa de tiempo.
Adicionalmente agregó que para asegurar que viene un descenso importante en la inflación, la FED debe confirmar una bajada en los salarios, que hasta ahora no ha sido suficiente.
Además se necesita ver un poco más de reducción de los precios en el sector servicios, excluyendo rentas y descartó que el objetivo de inflación de la Reserva Federal cambie del 2% actual.
En resumen, el discurso de Powell parece haber logrado el equilibrio deseado entre las posturas hawkish (favorables a políticas monetarias restrictivas) y dovish, al mantener la flexibilidad y la cautela en la toma de decisiones de política monetaria. Aunque el mercado ajustó ligeramente sus expectativas, no hubo un cambio drástico en la percepción general de la dirección futura de las tasas de interés y la política económica en general.