El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de Estados Unidos para el mes de junio mostró un incremento mensual del 0,3%, superando el 0,1% registrado en mayo. En términos anuales, la inflación alcanzó el 2,7%, frente al 2,4% del mes anterior, cumpliendo con las expectativas del mercado en ambas métricas. Sin embargo, el desglose de los datos revela matices importantes que merecen atención.
Inflación Núcleo: Una Mejoría Relativa
La inflación núcleo, que excluye los volátiles precios de alimentos y energía, presentó un comportamiento ligeramente mejor al esperado. En términos mensuales, subió un 0,2%, por debajo del 0,3% proyectado, aunque superior al 0,1% de mayo. En su lectura anualizada, se ubicó en 2,9%, apenas por debajo del 3% esperado, pero por encima del 2,8% del mes anterior. Este resultado refleja una ligera mejoría frente a las expectativas, aunque implica un deterioro respecto al desempeño del mes pasado.
Factores Destacados: Autos y Aranceles
Uno de los puntos más relevantes del reporte fue la caída en los precios de autos nuevos y usados, especialmente estos últimos. Este fenómeno parece estar relacionado con un adelantamiento en las compras durante la primera mitad del año, antes de la implementación de aranceles. La demanda acumulada generó un aumento inicial en los precios, pero ahora, con una menor demanda, los precios han comenzado a retroceder. Este ajuste está afectando temporalmente a los fabricantes de automóviles.
Por otro lado, los efectos de los aranceles comienzan a sentirse en otros sectores. Los muebles para el hogar, las ventanas y los electrodomésticos de línea blanca registraron incrementos significativos, alcanzando niveles no vistos desde 2020. Asimismo, los artículos deportivos, de recreación y de video también experimentaron alzas notables, reflejando el impacto de los costos adicionales en productos provenientes de China y Vietnam.
Otros Componentes del IPC
En cuanto a otros rubros, los precios de alimentos tanto dentro como fuera del hogar subieron un 0,3% mensual, manteniendo un ritmo similar al del mes anterior. Las rentas, aunque se estabilizaron ligeramente con un aumento del 0,2% mensual, acumulan un incremento anual del 3,8%, consolidándose como uno de los principales factores inflacionarios. Por su parte, la ropa, que había mostrado un comportamiento deflacionario durante el año, subió un 0,4% en junio, posiblemente debido a los aranceles aplicados a productos textiles.
Perspectivas Futuras
El reporte de junio deja claro que los aranceles están comenzando a ejercer una presión inflacionaria más visible en varios sectores. Sin embargo, aún no se ha sentido completamente el impacto de estas medidas, ya que algunas prórrogas y acuerdos han mitigado temporalmente sus efectos. A medida que estas excepciones expiren, es probable que la inflación relacionada con los aranceles se intensifique.