El peso argentino protagonizó el peor día de su historia
El jueves 30 de agosto de 2018 se convirtió en el peor día en los 26 años de circulación del peso argentino.
El peso argentino protagonizó el peor día de su historia
LA NOTICIA
El jueves 30 de agosto de 2018 se convirtió en el peor día del peso argentino en sus 26 años de circulación.
DAME CONTEXTO
Ya el 29 de agosto la divisa emergente había presentado una fuerte caída, con la cual llegó a valer menos que el peso uruguayo, brecha que se hizo mucho mayor con el debilitamiento que presentó el día siguiente.
¿POR QUÉ ES RELEVANTE?
Desde 1992, cuando reemplazó al austral, el peso argentino nunca había valido menos que su homólogo uruguayo, en relación con el dólar. Actualmente, se necesitan casi 39 pesos argentinos para comprar un dólar, mientras que de la moneda uruguaya se requieren 32 para adquirirlo.
¿ENTONCES?
Actualmente la relación entre el peso argentino y el uruguayo también se ha estado inclinando más hacia la “Suiza de América”; hoy, con un peso argentino se compran 0,82 pesos uruguayos, cuando en 2003 podían obtenerse ocho.
¿POR QUÉ OCURRE ESTO?
La caída se produjo un día después de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) aceptara la inesperada petición del gobierno de Argentina de adelantar los desembolsos pactados en el acuerdo de préstamo originalmente para 2020 y 2021, con el fin de asegurar el financiamiento de 2019.
¿OTRO DATO RELEVANTE?
El Banco Central de la República de Argentina decidió subir las tasas de interés de 45% a 60% y afirmó que no las bajaría al menos hasta diciembre; sin embargo, esta medida no logró evitar que la caída continuara en un entorno donde el peso argentino ha perdido más de la mitad de su valor.
¿Y PARA QUÉ HACER ESTO?
Ambas medidas se tratan de otro intento del gobierno de Macri para apuntalar la economía del país, golpeada en los últimos años por altos déficits presupuestarios, niveles de deuda externa elevados y una inflación de más de 30% anual.
EN FIN
Este hecho inédito tiene a los inversionistas en alerta, quienes temen que la tercera economía más grande de América Latina pueda caer en mora mientras lucha para pagar los fuertes préstamos del gobierno, lo que estremecería el sistema financiero global.