¿Sabías que las empresas de Wall Street pueden impugnar los aranceles de importación?

LA NOTICIA El presidente Trump ha llevado su defensa de la guerra comercial a la Corte Suprema, pero esta acción no ha impedido que las firmas de Wall Street adopten una estrategia comercial que apuesta de manera efectiva contra la supervivencia de sus aranceles. DAME CONTEXTO Esta innovadora y arriesgada maniobra financiera, llamada "Compra de reclamaciones de derechos de aranceles", se centra en los derechos de reembolso de aranceles. Las empresas tienen la potestad de impugnar los aranceles de importación si consideran que fueron aplicados de manera ilegal o si se les cobró erróneamente. ¿ENTONCES? Si la Corte Suprema ratifica las decisiones de los tribunales inferiores que han declarado inconstitucionales la mayoría de estos gravámenes, los importadores podrían obtener ganancias inesperadas. La magnitud de estos montos es considerable, si se tiene en cuenta que el gobierno recaudó casi $30.000M solo en el mes de julio.

¿QUÉ MÁS PASÓ? Ante esta situación, las firmas financieras han propuesto una solución a los importadores: comprar sus derechos de reclamación legal sobre los reembolsos de aranceles. Esta estrategia se presenta como una vía potencial para que las empresas amortigüen sus pérdidas, incluso si las ofertas por estos derechos se valoran a precios muy bajos. Se ha reportado que algunas de las grandes corporaciones de EEUU están considerando seriamente estas propuestas. ¿OTRO ACONTECIMIENTO? Este tipo de transacción captó la atención del público en julio, cuando la revista Wired reveló que había visto una carta de presentación de Cantor Fitzgerald, una destacada firma de corretaje de Wall Street. Según el informe, Cantor Fitzgerald estaba dispuesta a adquirir los derechos de reclamación de una empresa y ofrecer entre 20% y 30% de lo que se recuperara. A continuación, podemos observar un escenario hipotético con una transacción como esta:

PARA NO PERDER DE VISTA Esta revelación no pasó desapercibida para los legisladores demócratas. Las senadoras Elizabeth Warren de Massachusetts y Ron Wyden de Oregón enviaron una carta a la firma, solicitando más información y subrayando el "fuerte interés en la supervisión" que el Congreso tiene sobre este tipo de acuerdos. A pesar de que una portavoz de Cantor Fitzgerald declaró que no habían participado en tales transacciones, un informe de Bloomberg señaló que la compañía había sostenido discusiones internas sobre la posibilidad de involucrarse en este mercado, aunque finalmente decidieron no hacerlo. POR ÚLTIMO El interés en este tipo de negocio ha ido en aumento, especialmente tras una reciente decisión favorable de un tribunal federal de apelaciones. Sin embargo, el camino para las empresas que buscan estos reembolsos sigue siendo complicado. El presidente Trump ha expresado su confianza en que la Corte Suprema fallará a favor de su administración, mientras que el Secretario del Tesoro ha advertido sobre las consecuencias económicas negativas que resultaría si los aranceles fueran anulados. EN CONCRETO La naturaleza de alto riesgo de esta estrategia se ve reflejada en las condiciones de precios, donde los compradores de estos derechos a menudo ofrecen a los vendedores solo una fracción minúscula de lo que las empresas podrían recuperar en caso de que la reclamación sea exitosa.

El comercio de reembolso de aranceles es un claro ejemplo de cómo la incertidumbre en el ámbito político y legal puede ser monetizada por el sector financiero. Al crear un mercado secundario para las reclamaciones legales, las firmas de Wall Street no solo apuestan por el resultado de una disputa en la Corte Suprema, sino que también revelan el profundo y duradero impacto de la guerra comercial en la economía global, demostrando que incluso las decisiones políticas más controvertidas pueden generar nuevas e ingeniosas oportunidades de negocio.