El panorama económico de Estados Unidos recibió un impulso positivo en junio gracias al repunte de las ventas minoristas, disipando algunos temores sobre la fortaleza del gasto del consumidor. Según los datos más recientes, las ventas minoristas crecieron un 0,6% en el mes, una recuperación notable tras la caída del 0,9% registrada en mayo. En términos anualizados, el crecimiento alcanzó el 3,9%, superando el 3,3% esperado, lo que refuerza la percepción de un consumidor más resiliente de lo anticipado.
El grupo de control y las sorpresas positivas
Uno de los datos más relevantes fue el desempeño del grupo de control, que excluye categorías volátiles como alimentos, gasolina y materiales de construcción, y que se utiliza para calcular el Producto Interno Bruto (PIB). Este indicador subió un 0,5% en junio, superando ampliamente el 0,2% esperado por los analistas. Este resultado refuerza la idea de que el consumo sigue siendo un motor clave para la economía estadounidense.
Además, al excluir las ventas de automóviles, las ventas minoristas crecieron un 0,5%, por encima del 0,3% proyectado, lo que subraya la solidez de la demanda en sectores más amplios.