EN RESUMEN
- Esta semana viene marcada por la poca data económica para reportar, siendo lo más importante la reunión de Jackson Hole.
- Lo más probable es que durante esa intervención ofrezca alguna actualización sobre la postura del banco central sobre la inflación en EEUU.
- En años anteriores, la reunión de Jackson Hole ha servido de escenario para el anuncio de nuevas políticas monetarias.
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Esta semana viene marcada por la poca data económica para reportar, siendo lo más importante la reunión de Jackson Hole, que se llevará a cabo el viernes. Ya está en agenda el discurso del presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, a las 10:30 de la mañana.
Lo más probable es que durante esa intervención ofrezca alguna actualización sobre la postura del banco central sobre la inflación en EEUU y si seguirá subiendo las tasas de interés o no en los próximos meses de 2023.
En años anteriores, la reunión de Jackson Hole -que no es una reunión oficial de la FED- ha servido de escenario para el anuncio de nuevas políticas monetarias y es por esto que este encuentro genera tantas expectativas entre los inversores. Por ejemplo, en 2011, Ber Bernanke anunció el inicio de la Operation Twist y en 2017, Janet Yellen informó que la Reserva Federal empezaría a subir las tasas de interés.
Así que históricamente, esta ha sido una reunión en la que los miembros de la FED han ofrecido información importante a los mercados. En esta ocasión parecía que sucedería lo mismo. Sin embargo, debido a la muy buena data económica de las últimas semanas, que ha prendido las alarmas de un posible brote inflacionario en los meses venideros, disminuyeron las probabilidades de un anuncio relevante en Jackson Hole.
El otro factor a considerar es que muchos bancos tienen parte de sus inversiones en bonos del Tesoro en negativo -que fue uno de los detonantes de la pequeña crisis bancaria en marzo- por lo que no se esperaría una FED demasiado agresiva, para evitar generar otra crisis de este tipo.
Esta situación llega con unos yields de los bonos del tesoro a 10 años en niveles históricos, por lo que es importante hacerles seguimiento.
Además, los pagos de autos e hipotecas están en niveles no vistos desde hace varias décadas, por lo que el sector bancario no sería el único en aprietos, si la Reserva Federal decide tomar un camino más agresivo para controlar la inflación.