EN RESUMEN
- Caída del 93% en comparación con 2019.
- Se espera recuperación cercana en el mercado chino.
- Pronósticos de aumento en ventas digitales.
AÑO DEVASTADOR PARA LA MODA
LA NOTICIA
Este año la pandemia de COVID-19 ha dominado los pensamientos y las mentes de los ejecutivos de la industria de la moda. Esta situación los ha obligado a que planifiquen una variedad de escenarios esperando una rápida recuperación global.
DAME CONTEXTO
En medio de la creciente presión sobre el rendimiento, los cambios en el comportamiento de los consumidores y la aceleración de la demanda de lo digital, es evidente que los ejecutivos de la moda deben actuar con decisión para prepararse para la nueva normalidad.
ESPERA, RETROCEDE
Este año se pronostica que la industria de la moda tendrá ganancias económicas históricamente bajas. De hecho, según McKinsey & Co. las ganancias económicas de la industria cerrarán el año con una caída de 93% en comparación con el 2019.
¿ENTONCES?
A pesar de esto, hay una luz al final de túnel: si bien la crisis ha tenido un impacto devastador en las empresas y los empleos, también puede haber acelerado procesos que pueden conducir a resultados positivos. De hecho, muchas empresas de moda se han tomado un tiempo durante la crisis para remodelar sus modelos comerciales, optimizar sus operaciones y perfeccionar sus propuestas para los clientes.
¿OTRO DATO RELEVANTE?
McKinsey & Co. tiene un escenario base que es cautelosamente optimista, en el que el virus es controlado de manera más eficaz durante el próximo año, gracias a una sólida respuesta de salud pública. Al mismo tiempo, las intervenciones del gobierno compensarán parcialmente los impactos económicos, y los viajes globales aumentarán, junto con la posibilidad de reuniones sociales más grandes.
¿QUÉ MÁS PASÓ?
En dicho escenario, veríamos que mercados como China se recuperarán con fuerza. Europa, por otro lado, probablemente seguirá sintiendo los efectos de las llegadas de turistas, lo que llevará en 2021 a una disminución de las ventas. McKinsey & Co. cree que es poco probable que los niveles de actividad anteriores a la crisis regresen antes del tercer trimestre de 2022. Y espera una trayectoria similar en EEUU.
ALGÚN ACONTECIMIENTO ADICIONAL
En vista del desempeño sobresaliente de los canales digitales en el entorno actual, se espera que lo digital siga reinando en el 2021. De hecho, se pronostica que las ventas en línea se mantengan altas para el nuevo año.
¿OTRA NOVEDAD?
McKinsey & Co. menciona también que los consumidores recompensarán a las empresas que traten a sus trabajadores y al medio ambiente con respeto, de esto surgirán relaciones más profundas que traerán beneficios a las empresas. Igualmente, hay que recordar que el comercio minorista físico ha estado bajo niveles históricos de presión: en EEUU se esperaba que cerraran entre 20.000 y 25.000 tiendas durante 2020, más del doble que en 2019.
PARA NO PERDER DE VISTA
Esto ha generado que muchas marcas se hayan aventurado a revisiones estratégicas o hayan comprimido transformaciones de varios años en solo unos meses, como es el caso de Nike, que en 2020 anunció la aceleración de su estrategia digital; o Zara, que planea recortar 1.200 tiendas en dos años. A pesar de esto, no es probable que se derrumben los canales físicos, sino que surgirá una oferta más elegante y enfocada, que combinará lo mejor de los servicios humanos y automatizados.
EN CONCRETO
No hay duda que 2021 seguirá siendo difícil para muchos, ya que la pandemia de COVID-19 sigue una trayectoria incierta. La tarea, por lo tanto, es encontrar un lado positivo, sabiendo que los tiempos de cambio son inherentemente ricos en oportunidades.
CONCLUSIÓN: FUTURO DE OPORTUNIDADES
Es probable que las empresas de moda que redoblen su estrategia, se alineen con las tendencias clave y reflejen un panorama de consumidores en evolución, salgan de la crisis más fuertes, más ágiles y listas para prosperar en la próxima “normalización”.